Minikiwis con corazón

Mi historia

Esta es la historia de una niña, a la que sus padres hace muchos años, mientras recogían manzanas en la pomarada, le dijeron: «Ves Cris, la tierra, si la cuidas, siempre te dará…» Y como si de una premonición se tratara, aquí está esa “niña”, dedicándose a la tierra.

Graduada en ingeniería forestal de formación y amante de la naturaleza de vocación. Con la idea siempre en mente de que mi oficina acabara siendo el campo, pero con la convicción y principios de que eso tenía que hacerlo de la manera más respetuosa posible con el medio natural. A esa preocupación por nuestro medio ambiente se fue añadiendo un interés creciente por saber de dónde procede lo que consumimos y cómo se produce. Aún trabajando por cuenta ajena, en 2016 decidí emprender el difícil camino de recuperar dos pequeñas fincas familiares, en solitario, desde 0, artesanalmente, con ayuda de mis padres y sin ayudas económicas.

Así empecé introduciendo animales, cultivando manzana de mesa y minikiwi ecológico. En todo este proceso, también estudié fruticultura, agricultura ecológica, visité plantaciones, tanto aquí como fuera de España, manteniendo contacto a día de hoy con productores e investigadores de Portugal, Bélgica, Polonia, Inglaterra o Estados Unidos.

La plantación se sustenta con recursos propios utilizando el sol como fuente de energía. Todo un sistema que junto con los animales, completan el círculo vital, para hacerlo lo más sostenible posible.

   

Aquí…la tierra que mi bisabuela trabajó tantas veces y donde mi padre hace más de 40 años plantó manzanos. Donde pasé tantos veranos con mis abuelos… es ahora este pequeño proyecto lleno de fuerza e ilusión, un granito de arena para contribuir a la reactivación del campo asturiano y con el que aspiro a formar parte de la red de personas que apostamos por ofrecer los mejores alimentos con corazón.

Una filosofía de trabajo que reivindica que otro tipo de agricultura es viable: digna, respetuosa con la naturaleza, de “por y para las personas”. Con la ilusión de quienes creemos, ahora más que nunca, en la importancia de la alimentación saludable.

Un proceso lento, difícil, con mucho por delante para trabajar y mejorar. Un reto conseguir que los árboles tengan una mayor y mejor producción.

Un desafío llegar al corazón de las personas. Por eso, minikiwis con corazón, porque creo firmemente que desde lo pequeño se pueden hacer grandes cosas.

Decía Galeano aquello de que“mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

Marian García de Brochetas MyC pintando mi camiseta

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Aunque sola, tengo que dar las gracias a los que en momentos de este difícil y arriesgado camino, me tendieron una mano. Seguramente si los nombrara, no serían todos los que están, ni estarían todos los que son.

Pero como decía Quevedo “pocas veces quien recibe lo que no merece, agradece lo que recibe” así que GRACIAS.